6/11/06

PRIMERA MUESTRA DE CREACIÓN LITERARIA

ESPACIO DE LOS ESTUDIANTES DE LITERATURA.

Recuerda que la convocatoria está abierta para el envío de comunicados, panfletos, pasquines, graffitis, poemas, cuentos, novelas, ensayos, dramas, caricaturas, pinturas, dibujos, diseños, crónicas, reseñas, reflexiones, críticas, canciones, guiones, convocatorias, concursos, links a revistas y páginas de interés, y en fin, cualquier información y producción intelectual que pueda tener cabida en los blogs y que sean de interés para la comunidad estudiantil que pretendemos construir y fortalecer.

La dirección de correo es literatura.univalle@gmail.com, todo vale. Esperamos que los textos sean de tu agrado. No olvides dejar tu comentario.

Todo tiempo pasado...

Por Emir Baudoin

Me conformo con suponer que llega un momento en la vida de cada cuál en el que muchas de las palabras y las ideas que orientaron sus actos en épocas anteriores comienzan a carecer de sentido y se ven enrarecidas por una sonsera que no tiende ni a la reafirmación ni a la esterilidad; un momento en el que el sentir, el luchar, el querer, el odiar, el amar, solo cobran sentido con base a algo que se experimentó alguna vez y que ya no pudo volver a ser igual. Noción de justicia, existencia de Dios, principios, buena y mala fe, existencia de la amistad y el amor, son ideas que comienzan a tener materialidad solo en reminiscencias cada vez más lejanas e ideales, en recuerdos cada día más reelaborados e irreales. Todo tiempo pasado es mejor porque es un tiempo mítico, idealizado, en el que podríamos dar solución y sosiego a la amargura y la sequedad de lo presente, al sinsentido de lo actual, a nuestra insoportable contingencia.

Me causan asco y admiración a la vez las personas capaces de luchar por un ideal toda la vida, los que dicen que se han enamorado más de una vez, los que han trabajado intensamente en pro de una meta particular y la alcanzan y sienten orgullo, los que tienen una patria y dicen amarla, defenderla, conocerla, y lo hacen con orgullo… los que pueden pertenecer a algo y deciden que la pasión siempre es unívoca e intensa; los que por temor o inteligencia renunciaron a la dulzura del desencanto, a la felicidad que se desprende de toda amargura, a la amargura que causa el no ser capaz de observar las cosas desde el mismo punto, de creer a pie juntillas en la bondad o la maldad de lo que como realidad se nos presenta. No es que sea sustancialmente diferente de todas esas personas. Yo también lucho, yo también amo, yo también tengo metas… es solo que las tengo con toda la desconfianza que soy capaz de brindarles, las tengo de una manera mezquina y miserable, con esta lucidez macabra que da la sensación de haber vivido mil años a los veintidós, con esta incapacidad de compasión por absolutamente cualquier miseria, sin poder considerarme precisamente un ser insensible, si no todo lo contrario. Solo puedo pertenecer estando al margen de aquello a lo que pertenezco; solo soy capaz de integrarme a la vida mediante una pulsión que tiende a la muerte cada vez con más fuerza.

EL TUFO

Por Bladimir Ascuntar

Y para rematar: el tufo. No había bastado con pedirle dinero para mis pasajes y alcahuetería para mis desastres. Sino que ahora completaba el aroma de mis bohemias baratas (por eso de la escasez y de que poco veneno no mata). Pero yo la quiero a la tía de verdad, no es solo por olvidarme de Susana, que un clavo saca otro clavo, no, de ninguna manera. Pero esta tarde si me espero más seria, sentada en el sofá con las piernas cruzadas como cada vez que le viene en ganas llamar a los descarriados y de espetarles consejos y peroratas. “Que ya va siendo hora de sentar cabeza”. “Que ya está bueno de jugar a los poetas”. “Y además en Colombia hacen falta hombres activos, de empuje, echados pa'lante”. “Que la poesía era un vicio de los ricos y de los afeminados (es decir de maricas)”. “Que el Clítoris de la Luna era una simple farsa: un despropósito”. “Y si no, respóndame a ver de una vez por todas que diantre es la poesía…”.

Salirme a mí con esa pregunta. Una pregunta peluda por cierto. Frente a la cual se han visto en aprietos muchos poetas. Frente a la cual el académico o cualquier otro tipo de mula se llena la boca explicando.

Así fue como empezó todo. Salí con esa pregunta, con esa tortura a la calle. A ver el frío del asfalto -que en Cali cuando se está sin amor y con imposibles en la cabeza es donde más frío hace, se lo digo yo que soy de Ipiales-. En fin, a ver el frío asfalto y el gris de las carnes. Buscar tentativas en las miradas. Pero no, en las miradas no se encuentran: ellas lo asedian a uno con preguntas, esas miradas también buscan respuestas, buscan amor, sexo, dinero, un consuelo mundano o ya metafísico. Buscan la muerte o quizá también sus miserias: en fin necesidades de cualquier ser humano, aquí, en Kiev o en Belgrado, en Nueva York o Nairobi, en Kuala Lumpur o Tokio, aquí y en la Conchinchina. Pero esas miradas también irradian rencores, venganzas; nos quisieran matar para desahogarse innumerables miradas. Incluso las que no dicen nada, las que en el vacío se pierden quizá porque están muertas. Y el poeta que quisiera entregarles su amor, darles el poco dinero o decirles mátame si te hace feliz. Pero no. No es posible envasar las borrascas.

Caminar, es mejor caminar. Llegó al Club Noel. Esa porción de la Quinta es blanca como mi conciencia. Ahí estaba el indigente –mi prójimo- sentado llorando frente a la leche derramada. Yo le doy ánimos, le sonrío. Y él con sus ojos me dice que nuestro pacto seguirá en pie. Avanzo hacia el Norte y me encuentro con Alex y con Cristian del Clítoris de la Luna (esa farsa, un despropósito…): una buena ocasión para definirnos.

Llegamos al Centro para iniciar el Tour por el Gólgota, dónde el insaciable deseo coleccionista y bibliófilo de Alexander no siempre ha salido ganando. Oh sorpresa: LPs de la Deutche Gramophon. Obras maestras. Las Variaciones Golberg. La sonata Kreutzer. Los estudios trascendentales. Era para morirse. A dos mil pesos cada LP. Compramos catorce. Contentos de la adquisición salimos a cazar palomas a la Plaza de San Francisco. Tienen buen sabor y la sangre despierta la inteligencia (Dostoievski tomaba mucha). La policía a veces protesta o algún defensor de los toros: la lucha de siempre. Pero incluso los poetas alguna cosa deben comer.

Hipnotizamos a un policía bachiller y lo hicimos cantar, se sabía una ranchera. Y, ¿qué creen? Nos dimos cuenta que ninguno de nosotros tenía tocadiscos. Daba gusto mirar a Alexander con el montón de acetatos entrando a las prenderías preguntando: ¿Tocadiscos? Ya no los fabrican y de segunda son caros. Los museos personales van al frente arrebatándolos de las manos. Para remediar el fracaso vamos al casino. Allí la encargada del bar por cualquier verso hippie o por ponerle la mano donde corresponde nos da algunas copas. Es una musa. Yo sería capaz de ser casto por ella. En las tragamonedas dos mil pesos cambiamos a de cincuenta. Como al demonio nos da igual ganar o perder. Esta filosofía siempre nos saca ganando. Esta filosofía y el método que diseñó Alexander. Método deducido en las jornadas del Sefer Yetzirá y en las páginas de Ireneo, dónde alguna noche entre Borges, el tabaco y el ron me entregué. El lamento de una hurí abusada en el desierto sin nombre y los eones de Ors me descubrieron lo antiguo, lo antiguo que soy. Con un alma inmortal. Verdad que me duele aceptar que me niego aceptar.

Con el método infalible ganamos sin invertir más de dos mil pesos para no alterar los ciclos cromáticos. El dinero ganado se invierte en vinos o en ron. Nos dirigimos a San Antonio, desde dónde se ve la ciudad, desde dónde se ve a los cómicos cuervos descender a comer. Ya casi no hay vivos. Ya no se encuentra a nadie vivo para matarlo. El filo asesino de mis versos aullantes reposa. Será cantar a las minas, dónde florecen mis lágrimas.

Comimos mazorcas asadas. En San Antonio son exquisitas. Si viene a Cali no deje de ir.

Luego de comer y beber nos sentíamos más frescos y livianos. Pero no era el efecto del vino: habíamos olvidado los discos en el casino. No volvimos por ellos. ¡Así tenía que ser! Estaba prescrito. Esos discos eran para alguien con un equipo completo. Que ahora estará escuchando Noches en los jardines de España. Luego de hacer –como los perros- un homenaje al busto de un poeta mediocre retornamos caminando al amanecer por la Avenida Sexta. Las niñas de las aceras ya habían atendido a un buen número de clientes, afortunados o no de acuerdo a la faz de la luna.

Por eso pienso en ti Marina, sacerdotisa, tía, que ennobleces a la mujer en el oficio más sempiterno del mundo. Adalid y consuelo de poetas. En esta Cali, tan pobre que no tiene un Lovaina como lo tiene Medellín, ni un barrio gitano como en Madrid, te lo ofrezco todo. Y quiero decirte que la poesía eres tu y solo tu. Cómo ya lo presentía Bécquer que no fue tan sincero pues nunca llegó a conocerte. Yo seguiré el enigma del ser más pobre que nada tiene y todo lo que toca lo ennoblece y acudiendo solemne al ritual de esa farsa: un despropósito.

POEMAS MORTALES

Por Ángel Borracho

I


A lo que incumba a lo consumido y gastado

de andar por ahí repitiendo cementerios,

lo que sea, no importa si se sigue miasma confesándose,

no tienen encuentro las cosas de este modo de miserias,

en noche gastar los ojos abiertos,

pisar y sentir que todo abajo suena a hojas secas,

a memorias roídas,

a porteros de lugares donde estuve cuando estaba muerto,

cuando fui una sangre a luz blanca,

cuando abrí la puerta de la ventana, y sabía lo que media,

pero afuera estaban metros distintos,

con ojeras de tanto andar enterrando ojos de poetas,

de tanto crecer, como si hubiera algo a lo que hablarle allá arriba,

en ese otro aspecto de la nada,

en ese arriba que nos mira así, tan solos en las calles,

en las tristezas, en las vueltas de labio lentas que

son confirmación de que se anda mal,

de que se debe tener muchas fuerzas para salir a vivir,

y mucha necedad para decirse vivo.

II

Sangre. Dos velas a medio enterrar en cada puerta.

No para la muerte. Nunca puede parar.

Yo tengo que estar en una calle tirado.

A esta hora es tonto. Más bien no.

¿A quien se agradecen las ruinas.? A la belleza.

Si estuviera vacío estaría muerto.

Tres dedos a medio aparecer en cada ventana.

Así con niebla los rostros son prejuiciosos.

Estoy pasando a otro. Estoy pasando a otro.

Cada cosa tiene espejos con sábanas.

Yo no quiero quitarlas.

Los ojos de las esquinas tienen ojos.

El domicilio es alto. Evito los pies. Hiede.

Mis poemas son esa mancha de sangre en el piso.

Dos velas y una mano encendida.

No tengo nada para ese fuego.

¿Ya me han sepultado? ¡Ya me han sepultado!

Yo no soy el muerto.

Crónica de un Desvelo

Por: Dama Azul

La madrugada transcurre lenta y el insomnio es casi permanente. Cerrar los ojos, poner la mente en blanco, reconciliarme con la almohada y dormir es un sueño casi tan inalcanzable como tu amor. Yo estoy aquí, en esta antigua hamaca aspirando los olores de la noche, haciendo de las estrellas mis eternas cómplices. Siento la brisa que por momentos me sacude, mientras las luces se apagan y el sonido de los autos al pasar se hace menos evidente.

El mundo descansa mientras yo sólo pienso, mientras yo sólo intento descifrar los enigmas de mi comportamiento. Trato de entender el móvil de mis ambiciones, de mis deseos, de mi debilidad por volar muy alto amando siempre imposibles, pretendiendo dar pasos de gigante con mis piernas tan cortas y en estos momentos tan débiles.

Mi vida pasa por mi mente como un largometraje donde el final se iguala al comienzo, donde con asombro y tal vez desconsuelo, descubro que los anhelos de ayer son los mismos de hoy, que los años han pasado pero yo sigo siendo la misma; las distancias se han agrandado pero yo sigo estando en el mismo lugar, tan sola como siempre.

Escucho las mismas canciones de siempre y como de costumbre imagino que estás a mi lado, que sonríes y me preguntas el significado de esas palabras que no consigues entender, que son nuevas para ti. Otra vez ensayo la traducción, modificando siempre algo, tratando de que sea cada vez más perfecta. Entonces me doy cuenta que otra hora ya se escurrió, se me escapó y que de nuevo he estado alucinando con fantasmas de un ayer que nunca ocurrió, de un futuro tan incierto como ese ayer.

Otra noche de desvelo, otra noche en la que yo me quedo despierta para ver como el cielo cambia de color, como el mundo gira sin jamás detenerse, como todo pasa mientras yo sigo anhelando tus besos…

MUERTE A UN PADRE

Por Rodrigo Valencia


Dice llamarse

Quiere que lo llamen

Quiere ser oído

Aspirado sin sentido

Nubes negras

Se posan en sus ojos

Es la ceniza de un fuego consumido

¡Que el olvido le olvide!

Que la muerte dé fin a un padre

Para dejarle exprimido

Con un puño de rocas

Ye n el espacio

Un hoy negro le absorba

Y excrete en picadillo

En sus ojos el murmullo

De ventarrones en sus ojos

Polvo córneas

Pupilas vastas de arenas

Partículas voces cada una

Partícula palabra en el viento removida

Ojos entraña… extraña lejanía

Distancia oscura del laso perdido

¿Extrañar?

¡Que el olvido le olvide!

Perenne sin misericordia

Y en el pequeño estrecho del tiempo

Sub sumido

¡Viva!

¡Viva el padre!

Hiperbólicamente inversa la mentira

Antagónico el hijo

Y no protagónico como Edipo

¡Muerte!

¡Muerte innumera!

Con sangre por doquier

De sus ojos por mirar de revés el sentimiento

Equívoco pensamiento de orgullo a apalear

Equívoco nacimiento de su falo que envenena

¡Viva!

¡Viva la muerte!

Ahorcará su cerebro

Con tallos de mirto

Rojas gotas que como lágrimas derrotadas

Algún día entenderán

V FESTIVAL DE TEATRO DE CALI

V FESTIVAL DE TEATRO DE CALI
HOMENAJE A SAMUEL BECKETT

Lo que queda del Festival de Teatro en su última semana.

Jueves 9 de noviembre:

Lugar: Banco de la República
Conferencia: Vigencia y Encanto de Jovita por Javier Tafur.
Lanzamientos: Libro ‘El ELOGIO A LA LOCURA’ Premio Nacional de Dramaturgia 2006 Festival de Teatro de Cali Autor Iván Montoya; y Revista Festival de Teatro 2006 y Memorias 2005.
Proyecciones: Documental Festival de Teatro de Cali
Teatro Leído: Obra ‘El Elogio a La Locura’ Grupo: Barco Ebrio
Hora: 5:00 a 7:30 p.m


Lugar: Universidad Javeriana,
Taller: Dirección de Actores por Carlos Duplat
Hora: 2:00 a 6:00 p.m. Invita Universidad Javeriana


Viernes 10 de noviembre:

Lugar: Universidad Javeriana
Taller: Dirección de Actores por Carlos Duplat
Hora: 8:00a.m. a 12:00m. y de 2:00p.m. a 5:00p.m.

Lugar: Sala 1 Biblioteca Departamental Sala 1
Conferencia: Samuel Beckett: El Vacío de la Existencia (Humor y Desamparo en su visión minimalista del arte) por Carlos José Reyes
Hora: 3:00 a 6:00 p.m.


Lugar: Domus Teatro
Estreno Obra: ‘“El Legado” adaptación del cuento de Mark Twain, ganadora de la Beca de Creación Teatral del Festival de Teatro de Cali
Director: Jorge Herrera
Grupo: El Taller
Hora: 7:30 p.m.

Lugar: Teatro Salamandra
Obra: Acto sin Palabras de Samuel Beckett
Director: Manuel José Sierra
Grupo: Domus Teatro
Hora: 9:00 p.m.

Sábado 11 de Noviembre:

Lugar: Universidad Javeriana
Taller: Dirección de Actores por Carlos Duplat
Hora: 8:00 a 12:00m. Invita Universidad Javeriana

Lugar: Biblioteca Departamental Sala 1
Conferencia: La Dirección de Actores por Carlos Duplat
Hora: 3:00 p.m. a 6:00 p.m.

Lugar: Teatro Salamandra
Conferencia: El Teatro como Acontecimiento por Olga Lucía Ruiz y dos ejemplos teatrales con Maria González y Guillermo Piedrahita
Hora: 4:00 p.m.

Lugar: Domus Teatro
Estreno Obra: ‘“El Legado” adaptación del cuento de Mark Twain ganadora de la Beca de Creación Teatral del Festival de Teatro de Cali
Director: Jorge Herrera
Grupo: El Taller
Hora: 7:30 p.m.

Lugar: Domus Teatro
Obra: ‘El Basileus’ de Germán Espinosa
Director: Manuel Sierra
Grupo: Escuela Teatro IPC
Hora: 9:00 p.m.

Domingo 12 de Noviembre:

Lugar: Castillo Sol y Luna Temporada de Estreno
Obra:El Pececillo Encantado’ Adaptación del cuento de Alexander Puskin Coproducción Festival de Teatro de Cali 2006
Director: Reinel Osorio
Grupo: Castillo Sol y Luna
Hora: 11:00 a.m.

* * *
SAMUEL BECKETT
(Irlanda, 1906-1989)
FRAGMENTO DE ESPERANDO A GODOT

" Cada uno cogió una punta de la cuerda y tiraron. La cuerda se rompió. Están a punto de caer.
VLADIMIR: No sirve para nada.
Silencio.
ESTRAGON: ¿Dices que mañana hay que volver?
VLADIMIR: Sí.
ESTRAGON: Pues nos traeremos una buena cuerda.
VLADIMIR: Eso es.
Silencio.
ESTRAGON: Didi.
VLADIMIR: Sí.
ESTRAGON: No puedo seguir así.
VLADIMIR: Eso es un decir.
ESTRAGON: ¿Y si nos separásemos? Quizá sería lo mejor.
VLADIMIR: Nos ahorcaremos mañana. (Pausa) A menos que venga Godot.
ESTRAGON: ¿Y si viene?
VLADIMIR: Nos habremos salvado.
Vladimir se quita el sombrero -el de Lucky-, mira el interior, pasa la mano por dentro, se lo sacude, se lo cala.)
ESTRAGON: ¿Qué? ¿No vamos?
VLADIMIR: Súbete los pantalones.
ESTRAGON: ¿Cómo?
VLADIMIR: Súbete los pantalones.
ESTRAGON: ¿Que me quite los pantalones?
VLADIMIR: Súbete los pantalones.
ESTRAGON: Ah, sí, es cierto.
Se sube los pantalones. Silencio.
VLADIMIR: ¿Qué? ¿Nos vamos?
ESTRAGON: Vamos.
No se mueven. "

(Imágen y textos tomados de www.epdlp.com)