Dice llamarse
Quiere que lo llamen
Quiere ser oído
Aspirado sin sentido
Nubes negras
Se posan en sus ojos
Es la ceniza de un fuego consumido
¡Que el olvido le olvide!
Que la muerte dé fin a un padre
Para dejarle exprimido
Con un puño de rocas
Ye n el espacio
Un hoy negro le absorba
Y excrete en picadillo
En sus ojos el murmullo
De ventarrones en sus ojos
Polvo córneas
Pupilas vastas de arenas
Partículas voces cada una
Partícula palabra en el viento removida
Ojos entraña… extraña lejanía
Distancia oscura del laso perdido
¿Extrañar?
¡Que el olvido le olvide!
Perenne sin misericordia
Y en el pequeño estrecho del tiempo
Sub sumido
¡Viva!
¡Viva el padre!
Hiperbólicamente inversa la mentira
Antagónico el hijo
Y no protagónico como Edipo
¡Muerte!
¡Muerte innumera!
Con sangre por doquier
De sus ojos por mirar de revés el sentimiento
Equívoco pensamiento de orgullo a apalear
Equívoco nacimiento de su falo que envenena
¡Viva!
¡Viva la muerte!
Ahorcará su cerebro
Con tallos de mirto
Rojas gotas que como lágrimas derrotadas
Algún día entenderán
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